La “Casa Amarilla” albergó desde 1913 la denominada Estación de Antropoides de Tenerife, por iniciativa de la Academia Prusiana de Ciencias y ubicado en el Puerto de la Cruz (Tenerife). En este centro se comenzaron a realizar estudios para demostrar las capacidades cognitivas de los grandes simios, albergando en su interior a chimpancés y varios orangutanes uno de los cuales murió al poco tiempo de llegar. El primer Director del Centro, Eugen Teuber (1889-1958), un experto en Lenguaje, llegó a la conclusión de que la comunicación del hombre con los chimpancés era posible, mediante la expresión de gestos manuales. (Estudios posteriores se ha confirmado la capacidad de los grandes simios de aprender el lenguaje de signos humanos). El segundo Director Wolfgang Köhler (1887-1967), psicólogo, realizó estudios sobre la capacidad de resolución de problemas que se tradujeron en una importante serie de informes científicos y un libro ya clásico “Experimentos sobre la inteligencia de los chimpancés”.
Para Proyecto Gran Simio este centro tiene una gran importancia histórica ya que en el se trataron los primeros
estudios sistemáticos y extensos sobre el comportamiento de los primates no humanos, en el que se incluyeron no sólo resultados de experim
entos psicológicos, sino también descripciones de conductas características de la especie, muchas de las cuales serían “redescubiertas” años después por investigadores como Jane Goodall.
El estado lamentable en que se encuentra actualmente y su nivel de ruina avanzado, hace preciso que urgentemente se realice obras de conservación de este inmueble histórico que es nombrado en los principales libros de ciencia y sus trabajos son analizados y nombrados en todos los libros de historia de la Psicología del mundo, y en todo tratado o libro sobre pensamiento o conducta animal.
Proyecto Gran Simio apoya a la Asociación Wolfgang Köhler por la lucha que está llevando a cabo en la reconstrucción de la Casa Amarilla y al Proyecto cultural y social “Reconstrucción, rehabilitación y gestión de la Casa Amarilla” de la Facultad de Psicología de la Universidad de La Laguna. De la misma forma, pide encarecidamente a los responsables políticos de Puerto de la Cruz, que se impliquen y salven la Casa amarilla para las generaciones futuras, que sin duda aportará para el municipio un lugar turístico importante, con un museo y una sala para conferencias.
Para Pedro Pozas Terrados, Director Ejecutivo del Proyecto Gran Simio, Köhler llegó a la conclusión y así lo refleja en su obra, de la existencia de conducta inteligente semejante a la humana en los chimpancés. Hoy día, con los cientos de estudios realizados desde entonces, no sólo se ha confirmado lo dicho por Köhler, sino que además se ha demostrado que los grandes simios pertenecientes a la familia de los homínidos, comparten con nosotros numerosas capacidades cognitivas, hasta el punto de establecer una comunicación mutua con el lenguaje de signos humano.
Pozas señala que en las conclusiones de “Experimentos sobre la Inteligencia de los chimpancés”, Köhler señalaba que: “Los chimpancés exhiben una conducta inteligente del mismo tipo que la conocemos en el hombre .....En cualquier caso, lo que queda claro es que este mono antropomorfo, no sólo destaca entre los demás miembros del reino animal y se aproxima a las razas humanas en todo tipo de factores morfológicos y fisiológicos en sentido estricto, sino que también demuestra poseer esa forma comportamiento que se tiene por específicamente humana”
La pérdida de la casa Amarilla, seria un duro golpe a la historia del estudio de los grandes simios. Para Proyecto Gran Simio es fundamental su conservación y restauración, en recuerdo a esos homínidos no humanos que con su inteligencia, demostraron al mundo sus capacidades cognitivas y sus facultades de resolver problemas que creíamos impensables pudieran realizar seres diferentes al humano.
FIN DE COMUNICADO.
Para más información:
PEDRO POZAS TERRADOS
Director Ejecutivo del Proyecto Gran Simio (GAP/PGS-España).
Teléfono: 678 708 832
1 comentario:
Hola.
Es una gran pena. Como isleño, y conocedor del lugar, se me cae el alma al suelo al ver una casa histórica en ese lamentable estado de abandono. Como zoologo, ya os lo podéis imaginar.
Por otro lado, no deja de darme rabia la enorme hipocresía. En concreto la que tiene el sr. Wolfgang Kiessling, que teniendo su carcel de animales a excasos kms. de la casa amarilla, no se haya "mojado" a la hora de presionar a quien sea necesario para evitar que dicha construcción se siga deteriorando. Pero claro, a éste señor le mueve otro tipo de intereses.
Asquito de peña, de verdad.
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