Hace 25 años, Dian Fossey, gran defensora de los gorilas de montaña, fue asesinada durante la noche del 26 al 27 de diciembre posiblemente por cazadores furtivos. En 1967 esta gran ecologista, funda el Centro de Investigación de Karisoke, en las montañas de Virunga (Ruanda). A partir de entonces se convirtió en una celebridad mundial con su trabajo dedicado a salvar de la extinción al gorila de las montañas. Ella era partidaria de la “conservación activa”, creando patrullas anti-furtivos y defendiendo la preservación del hábitat natural de las especies que compaginaba con el estudio de las poblaciones de gorilas. Desde entonces, según Proyecto Gran Simio, nadie más ha luchado por los grandes simios como ella lo hizo, hasta el punto de dar su vida y ser enterrada junto a sus grandes amigos gorilas, asesinados también por cazadores furtivos que robaban a las crías con destino a los zoológicos.
Ella lo dijo bien alto y claro: “No permitiré que conviertan esta montaña en un maldito zoo”. Fossey, según esta organización, odiaba los zoológicos que los consideraba centros de maltrato físico y tortura psicológica.
La Comisión Europea denunció en 2009 a España ante el Tribunal de Justicia de la UE, al considerar que numerosos zoológicos no han seguido los procedimientos de inspección y autorización adecuados y no cumple con su obligación de cerrar las instalaciones. Recientemente, el tribunal dictaminó lo que muchas Organizaciones Ecologistas y Animalistas han estado denunciando, que España incumple la normativa europea sobre el mantenimiento de animales salvajes en parques zoológicos de ocho comunidades autonómicas, entre las que se encuentran Canarias, Cantabria y Extremadura de las que el Proyecto Gran Simio ha estado denunciando en numerosas ocasiones.
“Nosotros hemos estado denunciando junto a otros grupos, las numerosas irregularidades y maltratos que se producen en numerosos zoológicos en España y en especial, sobre los grandes simios, delfinarios y orcario. El ciudadano debe entender que para que sus hijos conozcan animales salvajes, no tienen porque visitar este tipo de instalaciones, donde los animales viven en condiciones precarias, sin espacio suficiente para muchas especies y muchos de ellos con graves problemas psicológicos de comportamiento y movimientos repetitivos, ajenos a un animal sano. Ver delfines y orcas obligándolos a realizar comportamientos ajenos a su especie, es indigno y hoy en día debería estar prohibido, como así lo recomienda el Ministerio de Medio Ambiente. Los grandes simios están en condiciones pésimas en la mayoría de los zoológicos, no son tratados conforme lo recomiendan los científicos como especie cercana a la nuestra y miembro de nuestra propia familia y además a las hembras se las explotan sexualmente y se separan vínculos sociales establecidos, trasladándolos a otros zoológicos cuando les interesa a los dueños de estos centros de esclavitud”, ha declarado Pedro Pozas Terrados, Director Ejecutivo del Proyecto Gran Simio (GAP/PGS-España).
Para Proyecto Gran Simio, el dia 27 de diciembre, cuando fue encontrada muerta en su cabaña Dian Fossey, en su memoria, debería declararse “Día Internacional contra la Esclavitud Animal” Fossey escribió en su libro “Gorilas en la Niebla” inmortalizado en película que: “·La conservación de cualquier especie amenazada, ha de comenzar con medidas rigurosas para proteger el habitat natural”. También dijo: “Cuando te das cuenta del valor de la vida, tratas de pensar menos en el pasado y de concentrarte más en asegurar el futuro”. Por este motivo y según Pedro Pozas, Fossey abandonó el cuaderno de notas por la defensa de la vida, intentando proteger activamente el hábitat de los gorilas de montaña, siendo asesinada por ello.
Pozas denuncia la política de muchos zoológicos sobre la explotación sexual de las hembras de grandes simios, que al nacer sus hijos son retirados bajo el pretexto de no saber cuidarlos y con el objetivo nuevamente para que se queden embarazadas, todo ello amparado por un programa de cría en cautividad que no es funcional y que sólo sirve para aumentar nuevos cautivos en un círculo cerrado que no tiene nada que ver con la conservación.
También desde esta organización, se denuncia el trasiego que se realiza de intercambios de gorilas, chimpancés y orangutanes, de un zoológico a otro, sin respetar lazos familiares y que solo sirven a los intereses particulares de los dueños de estos centros. Las pequeñez de las jaulas, suelo de cemento, acristaladas, espacios reducidos en los que los grandes simios son encerrados sin ningún miramiento. Las condiciones en que se encuentran los chimpancés y otras especies en Zoológicos como el de Cocodrilo Park ó Oasis del Valle en Canarias o la situación de maltrato y ridiculez a los que se someten los delfines en los delfinarios y las orcas en Loro Parque (Canarias).
Según Pozas, Dian Fossey ha sido una martir olvidada, una luchadora activista que debería de ser ejemplo de todos los que creen defender a los grandes simios en la actualidad. Las poblaciones de chimpancés, gorilas, bonobos y orangutanes están desapareciendo de una forma veloz y según Pozas, no hay tiempo ya para el cuaderno de notas o la protección de unos cuantos grandes simios, como bien sabia Fossey, sino para una lucha activa de conservación de las selvas tropicales, contra los gobiernos y multinacionales que permiten la destrucción del hábitat. Es más difícil que el cuaderno de notas, más incómodo, pero no hay otra solución si se quiere salvar a sus poblaciones actuales del exterminio.
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